¿Qué es la tracción integral?

La tracción en la conducción de un vehículo es la fricción que se genera entre los neumáticos y su contacto con el suelo. Gracias a ello, los coches pueden avanzar.

Ahora bien, si hablamos de tracción en cuanto a mecánica, en realidad nos estamos refiriendo a la transmisión que va desde la potencia del motor hacia las ruedas a través de los ejes.

Los coches pueden tener a grandes rasgos tres tipos de tracción: tracción a las ruedas delanteras, tracción a las ruedas traseras o tracción integral.

¿Qué es la tracción integral de un vehículo?

Conociendo cada tipo de tracción es posible entender mejor sus características, diferencias y ventajas:

• Tracción delantera: es aquella en la que el eje motriz o el eje que recibe la potencia del motor es el delantero. En la práctica es la más habitual en los coches actuales y se caracteriza por coincidir con el eje directriz, responsable de la dirección.
• Tracción trasera: en realidad es un sistema de propulsión que impulsa a las ruedas traseras para generar movimiento. Es la tipología más frecuente en coches comerciales y deportivos.
• Tracción integral: también llamada “tracción total” o “tracción 4×4”, es aquella que proporciona potencia a todas las ruedas del coche. Se suele aprovechar en vehículos todoterreno, rancheras, algunos SUV y similares.

¿Cómo funciona la tracción integral?

Con un vehículo basado en este tipo de tracción, la potencia del motor se transmite a los dos ejes que tiene el coche, tanto el delantero como el trasero. De esta forma, las cuatro ruedas reciben la fuerza necesaria para desplazarse al unísono.

Con la tracción integral, además, cada rueda tiene que transmitir menos fuerza hacia el suelo para desplazarse, lo que en realidad es beneficioso para el límite de agarre, algo que no puede aprovecharse ni con la tracción delantera ni con la trasera.

Además, hay que distinguir dos tipos de tracción a las cuatro ruedas:

• Tracción total: es la propiamente dicha “tracción integral”, dado que tiene acopladas las 4 ruedas al motor.
• Tracción con acople: son los coches que tienen tracción delantera o trasera y que, en determinadas situaciones, permite acoplar el otro eje.

Ventajas de tener un coche con tracción integral

Las ventajas de este tipo de tracción son numerosas, aunque hay que valorar las características de este sistema, el coste que supone su instalación o el vehículo que lo lleva y si realmente se va a aprovechar.

Estas son las ventajas más destacables de los coches con tracción integral:

• El movimiento y el agarre alcanzan niveles superiores, sin importar qué rueda tiene mejor contacto con el suelo.
• Un coche con tracción integral aporta más seguridad en la conducción, por su capacidad de agarre en cualquier tipo de pavimento y sin importar el estado de la carretera.
• La tracción integral también aporta más estabilidad, sobre todo cuando se circula por curvas, pues hay menor riesgo de sobre viraje. De hecho, con una tracción a las cuatro ruedas, también es posible acelerar antes en la curva y salir mejor de ella.