Sistema Start-Stop: ¿es beneficioso para el vehículo?

El sistema Start-Stop está cada vez más presente en los vehículos actuales. Descubre todo lo que puede ofrecerte y cómo funciona esta innovación tecnológica.

La búsqueda de una mayor eficiencia en la conducción sigue motivando a desarrollar nuevas soluciones.

Una de las que ha conseguido implantarse de forma consolidada es la del sistema Start-Stop, positivamente valorado por casi todos los conductores y con razones más que suficientes para conseguirlo.

Te contamos en este artículo todo lo que necesitas saber sobre este sistema, cómo funciona y si realmente ayuda a reducir el consumo de carburante.

¿Qué es el sistema Start-Stop?

Este sistema Start-Stop hace honor a su nombre al actuar sobre el arranque del coche, dado que es capaz de apagar el motor y volver a encenderlo cuando está al ralentí.

En la práctica supone que, cuando paramos nuestro coche al llegar a un semáforo o por un atasco o retención, el sistema apaga el motor y vuelve a encenderlo cuando pisamos el embrague.

De esta manera, el motor no está constantemente en funcionamiento, sino que es «desactivado» de forma temporal, para reducir con ello el consumo de carburante.

¿Cómo funciona el sistema Start-Stop?

Lo mejor del sistema Start-Stop es que es completamente automático. El conductor no tiene que hacer nada para accionarlo, aunque sí tiene la posibilidad de desactivarlo manualmente.

Este sistema aprovecha unos sensores de velocidad que hay instalados en el vehículo, con los que puede determinar en un instante si es conveniente o no detener en ese momento el motor durante un breve período de tiempo.

Como el resto de sistemas se mantienen activados, el conductor puede arrancar el motor rápidamente y seguir conduciendo sin ningún inconveniente.

Por eso, cuando el coche está parado y el conductor se dispone a iniciar la marcha, pisa el embrague y el motor de arranque del sistema Start-Stop recibe la señal oportuna, para arrancar el motor del coche de inmediato.

¿El sistema Start-Stop reduce el consumo de carburante?

Ahora bien, este sistema no tendría mucho sentido si no nos ofreciera beneficios y lo cierto es que lo hace con creces.

En primer lugar en relación al consumo de carburante. Con su funcionamiento contrarresta el aumento de la gasolina que se necesita al arrancar el coche y empezar a acelerar.

Al parar el motor cuando el coche se ha frenado, por ejemplo en un semáforo, la reducción del consumo de carburante en esta situación puede ser de hasta un 15%, en comparación a lo que se gastaría si el motor mantuviese un funcionamiento normal.

En consecuencia, como se consume menos carburante también se producen menos emisiones contaminantes. Un sistema Start-Stop puede ayudar a reducir estas emisiones en hasta un 5% respecto a los coches que no lo utilizan.

Además, los coches modernos con sistemas Start-Stop cuentan con un alternador, que ayuda a mejorar el rendimiento del consumo de combustible y de emisiones de CO2.

Son alternadores inteligentes, que ofrecen mayor eficiencia a bajas revoluciones, ya que gracias a su potencia pueden cargar rápidamente la batería que se utiliza con estos sistemas.