¿Qué es la seguridad activa y pasiva de un coche?
En un vehículo la seguridad es uno de los aspectos más importantes. Por ese motivo, gran parte del diseño y la fabricación de todos sus componentes se enfoca a mantener una conducción segura y a proteger a sus ocupantes.
Precisamente esta es la diferencia clave entre seguridad activa y pasiva de un coche. Cada una de ellas con elementos muy distintos, pero imprescindibles para conseguir los objetivos con los que se han diseñado.
¿Qué es la seguridad activa de un vehículo?
Cuando nos referimos a «seguridad activa» estamos hablando de todos aquellos elementos y sistemas que están presentes para prevenir un accidente durante la conducción.
La seguridad activa de un vehículo cuenta principalmente con los siguientes componentes:
Sistema de frenado
Cuenta con distintos elementos, pero el sistema antibloqueo de ruedas o ABS es el más conocido de todos. Sirve para conseguir que el coche frene de forma precisa y sin que los neumáticos resbalen.
Sistema de suspensión
Aporta la estabilidad suficiente para una conducción sin riesgo en la que el conductor pueda controlar el vehículo sin problemas.
Neumáticos
En la seguridad activa los neumáticos son el único elemento que une al vehículo con la carretera. El que funcionen bien depende del estado en el que se encuentren, por ello es importante saber cuándo cambiar las ruedas del coche y comprobar su presión cada cierto tiempo.
Iluminación
Todas las luces del vehículo tienen como finalidad ofrecer la mejor visibilidad posible al conductor, aunque también son aprovechadas por otros conductores para identificar tu ubicación.
Sistema de dirección
Diseñado específicamente para permitir una óptima maniobrabilidad del vehículo. Hoy en día suele ser dirección asistida electrohidráulica.
¿Qué es la seguridad pasiva de un vehículo?
Por otro lado tenemos la «seguridad pasiva» que consiste en aquellos sistemas pensados para proteger a los ocupantes en caso de que se produzca un accidente.
Obviamente la seguridad activa y pasiva del vehículo debe funcionar de manera conjunta, para poder disfrutar de una conducción estable y sin riesgo, pero con las medidas adecuadas de protección en caso necesario.
Los fabricantes invierten tanto en la seguridad pasiva de un vehículo como en la activa, si bien como es lógico es esta última la que más notoriedad tiene para el conductor, al ser aprovechada cada vez que está el coche en marcha.
Entre los elementos de seguridad pasiva de un vehículo destacan los siguientes:
Cinturones de seguridad
Imprescindibles en la conducción de un vehículo. Mantienen al ocupante en el asiento, evitan que salga despedido en caso de colisión y reducen la probabilidad de sufrir golpes.
Airbag
Sistema que consiste en una bolsa que se infla de gas (inocuo) en caso de una fuerte colisión, protegiendo así al ocupante del asiento.
Reposacabezas
Además de confort durante la conducción, su diseño está pensado para evitar movimientos bruscos de la cabeza en caso de colisión y para no sufrir latigazos verticales.
Cristales laminados o templados
A diferencia de los cristales tradicionales, este vidrio no se astilla ni sale en pedazos hacia los ocupantes en caso de colisión.
La seguridad activa y pasiva de un vehículo abarca muchísimos más componentes, de hecho la inversión en electrónica ha impulsado el desarrollo de estos elementos, para aumentar todo lo posible la seguridad de los ocupantes.
Algunos de estos mecanismos de seguridad activa y pasiva del coche, normalmente presentes en los modelos más nuevos de cada marca, son los siguientes: detección de puntos ciegos, sistemas de control de estabilidad, sensores de retroceso, alertas de cambio de carril, etc.