¿Qué es la amaxofobia?
En la conducción hace falta total concentración al volante, sin distracciones, dejando atrás estrés, ansiedad o cualquier tipo de preocupación. Es una regla en teoría sencilla, pero hay mucha gente que no la pone en práctica fácilmente.
Es más, algunos conductores incluso se ven impedidos a conducir, por sufrir un trastorno psicológico denominado “amaxofobia”.
¿Qué significa tener amaxofobia?
Se define amaxofobia como “miedo a conducir”. A nivel etimológico es cierto que esta es la traducción literal.
El término viene del griego, de “amaxo” que significa “carruaje” y de “fobos” que se vincula a “miedo”. Por tanto, de amaxofobia el significado básico es fobia a conducir.
Sin embargo, es muy importante distinguir qué es amaxofobia de qué es sentir inseguridad o ansiedad por determinadas circunstancias en la conducción, como conducir de noche o en carreteras peligrosas.
La diferenciación es necesaria, porque la amaxofobia puede requerir tratamiento psicológico, mientras que las otras situaciones pueden resolverse bien evitando esas circunstancias de conducción o mejorando en la experiencia al volante.
¿Cuáles son las causas de la amaxofobia?
En la mayoría de pacientes que reciben como diagnóstico la amaxofobia, la causa de su aparición es una experiencia traumática, cuyo recuerdo les condiciona a la hora de ponerse al volante.
Es también habitual que la sufran conductores noveles que dejan muy pronto la conducción y tardan años en volver a hacerlo. Esa inexperiencia y el tiempo que ha pasado, son un cóctel que incentiva el desarrollo de la amaxofobia.
Sin embargo, también hay casos puntuales en los que un conductor habitual y con experiencia, de repente presenta los síntomas de este problema.
¿Cuáles son los síntomas de la amaxofobia?
Cada paciente puede sufrir unos síntomas de amaxofobia distintos, pero los más habituales son los siguientes:
- La persona se pone nerviosa con solo pensar en tener que conducir.
- Siente también una ansiedad creciente.
- En ocasiones es posible que sienta que tiene dificultades para respirar correctamente.
- Es frecuente la sudoración excesiva, sobre todo en las manos.
- Se aumenta el ritmo cardíaco.
- Es posible también tener temblor en brazos, piernas e incluso dolores musculares.
Pero lo que sí es general entre todas las personas con amaxofobia es la consecuencia final de que el miedo se apodera de ellas y se ven incapaces de conducir un vehículo.
¿Cómo se puede superar la fobia a conducir?
En la mayoría de los casos se recomienda un tratamiento psicológico, que ayude a afrontar la causa del problema y a recuperar la confianza personal del paciente, para que pueda conducir con suficiente seguridad.
Pero hay otras medidas, que pueden ser complementarias. Una recomendable es la de realizar un curso de perfeccionamiento de la conducción.
Aunque en teoría todo lo que se puede conducir con el carnet b debe dominarse, en realidad es la práctica la que aporta experiencia y seguridad. Un curso adicional que ayude a mejorar todo lo posible las aptitudes personales en la conducción aportará una mayor confianza al conductor, que puede incluso hacer desaparecer los síntomas de la amaxofobia.