¿Cada cuánto hay que cambiar la correa de distribución?

Entre los componentes que necesitamos para que un coche funcione correctamente está la correa de distribución. Te contamos cuándo es conveniente cambiarla.

La correa de distribución es un componente relacionado con el motor de combustión interna, que participa en la rotación del cigüeñal y del árbol de levas.

Su avería no solamente es de las más frecuentes que sufren los conductores, sino que además no es precisamente barata.

Por suerte hay formas de evitar llegar a esta situación. La sustitución previsora permite contar siempre con una correa de distribución óptima, mientras que si escuchamos ruidos extraños cuando entra en acción, también es una señal de aviso que tenemos que atender.

¿Cuándo cambiar la correa de distribución?

Muchas de las piezas que forman parte de nuestro vehículo es recomendable cambiarlas cuando hemos pasado de ciertos kilómetros.

En la correa de distribución esta recomendación se hace práctica cuando hemos recorrido entre 60.000 y 100.000 Km.

Si realizamos la revisión periódica del coche y comprueban que se ha alcanzado este kilometraje, es bastante probable que desde el taller oficial te recomienden esta sustitución.

En el caso de que seas conductor habitual y, por ejemplo, utilices el coche todos los días, es recomendable reducir este kilometraje en un 20%, dado que por diversos condicionantes la vida útil de la correa de distribución se puede recortar aún más.

Pero incluso si no eres de los que usan el coche a diario, la sustitución de la correa también puede ser recomendable cuando ha pasado cierto tiempo. Como máximo te sugerimos hacer este cambio transcurridos 5 años.

En casos excepcionales, la correa puede alargar su vida útil sin incidencias previstas hasta 7 años o incluso un poco más, pero no deberías superar con la misma los 10 años.

¿Cuánto cuesta reparar la correa de distribución del coche?

Como te hemos comentado, reparar la correa de distribución del coche se puede convertir en una de las reparaciones más caras, dado que en el caso de que afecte a otras piezas, el coste puede aumentar considerablemente.

Como mínimo, una avería de la correa que requiera su revisión y posterior sustitución puede costarte unos 300 euros. Pero dependiendo de la gravedad de la avería este coste puede aumentar hasta los 1.000 euros.

Lo más peligroso de todo es que en caso de que la avería persista sin que nos percatemos, acabe afectando al motor, lo que además de ser un riesgo para la conducción también supone una mayor inversión en su reparación.

¿Falla la correa de distribución? Señales de una posible avería

Si nos fijamos en algunas señales, podemos identificar si la correa de distribución está averiada de alguna forma:

• Demasiado humo desde el tubo de escape.
• Desgaste visible en la correa con grietas en la superficie o falta de tensión.
• Dificultad cuando intentamos arrancar el coche.
• Fugas de aceite sobre la correa.
• Ruidos en la correa, aunque suele deberse a un problema en su tensión más que a una rotura.
• Vibraciones que no son usuales cuando el coche está al ralentí.