Cómo añadir sensores de aparcamiento a tu vehículo

Aprovecha las ventajas de los sensores de aparcamiento para coche y evita golpes y daños a la hora de estacionar tu vehículo.

En la actualidad prácticamente todos los vehículos nuevos cuentan con sensores de aparcamiento. Pero si el tuyo no los tiene por la razón que sea, la buena noticia es que puedes instalarlos en cualquier momento.

¿Cómo instalar sensores de aparcamiento en el coche?

Como tantas otras mejoras y modificaciones de un vehículo, la instalación de sensores de aparcamiento puedes hacerla de dos formas.

Por un lado puedes acudir a un taller profesional. Es una opción muy recomendable, sobre todo porque tienes garantizada una instalación óptima del sistema y porque la inversión que requiere es mínima.

Además, lo que gastes en los sensores de aparcamiento depende de tus preferencias. En el mercado tienes desde modelos efectivos y muy asequibles hasta los más completos, que igualmente tampoco son demasiado costosos.

Por otro lado, puedes hacerlo por tu cuenta. Con los materiales adecuados, las herramientas necesarias y sabiendo los pasos a seguir, tampoco es demasiado complejo.

Instalación de sensores de aparcamiento paso a paso

A continuación te indicamos, paso a paso, cómo proceder con la instalación de sensores de aparcamiento:

Paso 1: Desmonta los pilotos traseros

En primer lugar desmonta los pilotos traseros (también hay sensores delanteros pero por lo general, lo imprescindible es colocarlos detrás).

Para su desmontaje usa un destornillador y un paño para evitar dañar la carrocería.

Paso 2: Encuentra la corriente y la masa

Busca un punto de corriente para alimentar la centralita del dispositivo. Enciende el contacto del coche y coloca la marcha atrás.

Con un polímetro podrás localizar la masa en el piloto de la luz trasera. 

Paso 3: Conecta con la centralita

Con la masa localizada, pela los cables y coloca en ellos los de la centralita. Ahora estarán ambos sistemas conectados.

Paso 4: Marca los puntos de instalación

Identifica dónde vas a colocar los sensores de aparcamiento. Lo ideal es que estén en una altura de 45 a 65 centímetros con respecto al suelo.

Con respecto a la cámara, lo idóneo es que esté en el centro del paragolpes y a una altura equivalente a la de los sensores.

Paso 5: Agujeros de montaje

Retira el paragolpes y, con los puntos de instalación ya marcados (por ejemplo con un rotulador), utiliza un taladro para realizar los agujeros correspondientes.

Paso 6: Coloca sensores y cámara

Ahora ya puedes colocar la cámara y los sensores en los agujeros que has hecho en el paragolpes.

Encaja todo a presión para que no se muevan y estén correctamente sujetos durante la conducción.

Paso 7: Cableado

Conecta cada dispositivo con su cable correspondiente y sujeta todo en el paragolpes. En ocasiones se puede hacer uso de bridas para una mayor sujeción, sobre todo en movimiento.

Desde el maletero puedes localizar el hueco que comunica la defensa con el interior, normalmente presente con una tapa de goma.

Si realizas un agujero bastante grande, podrás meter por él los cables. Usa tapas o cinta aislante para tapar los huecos que se puedan quedar.

Finalmente, vuelve a colocar el paragolpes en su sitio.

Paso 8: Centralita y aviso sonoro

Quita el revestimiento del maletero y desatornilla el tornillo del panel lateral. Luego tienes que llevar el cable del monitor hasta su posición y conectar la pantalla con la caja de fusibles del vehículo.

Paso 9: Conexión de cables

Asegúrate de conectar todos los cables que forman parte del sistema de sensores de aparcamiento.

Por último, pasa el cable de la pantalla hasta donde se encuentra el salpicadero. Lo ideal es hacerlo por debajo del panel lateral hasta la caja de fusibles, para lo que tendrás que quitar el asiento trasero.

Una vez llegues a la caja de fusibles, ábrela y usa de nuevo el polímetro para localizar la corriente continua y la masa donde conectar los cables.

Paso 10: Colocación de pantalla

Finalmente solo queda colocar la pantalla de este sistema de asistencia de aparcamiento en el lugar más cómodo posible. Normalmente se escoge la zona donde se encuentra el cenicero.