¿Qué tipo de averías suelen producir más accidentes de tráfico?
Una conducción prudente y un mantenimiento periódico del vehículo reducen la probabilidad de sufrir cualquier tipo de accidente de tráfico de manera notable.
Sin embargo, no siempre podemos preverlo todo. Hay averías que pueden sorprendernos en medio de un trayecto y ponernos en riesgo. En el mejor de los casos tendremos que detener el vehículo, pero también podemos sufrir un accidente.
Saber qué tipo de averías suelen producir más accidentes de tráfico nos ayuda, entre otras cosas, a conocer los componentes en los que más tenemos que fijarnos de forma constante, para identificar cualquier desgaste, daño o problema que presenten antes de que puedan ocasionar un problema más grave.
Tipos de averías producidas en accidentes de tráfico
Algunas averías no nos afectan en absoluto para la seguridad en la conducción. Por tanto, podemos acudir a un taller tranquilamente para solicitar la reparación correspondiente.
Otras averías, en cambio, representan un grave riesgo y, si las detectamos a tiempo, debemos detener el vehículo y solicitar asistencia en carretera.
Fallo en los frenos
Una de las averías más peligrosas es que los frenos presenten un fallo de rendimiento. Esto implica que, ante un obstáculo, la distancia de frenado que recorreremos será mucho mayor y, por tanto, será difícil evitar la colisión.
Lo «positivo» de esta avería es que suele dar señales con suficiente antelación, tanto si se trata de las pastillas de freno como si se están viendo afectados los discos.
Neumáticos desgastados
Con una revisión periódica del estado y la presión de los neumáticos, no deberían representar ningún riesgo para nadie.
Lamentablemente no siempre se realiza esta supervisión y son una causa frecuente de accidentes de tráfico.
El problema es que las señales no se detectan fácilmente. Sin embargo, cuando el coche no frena bien, pierde adherencia en las curvas o incluso si sufre algún reventón, suele ser porque los neumáticos no estaban en buen estado.
Baterías desgastadas
Con unas baterías desgastadas, el coche no arrancará y tendremos que llamar a una grúa para que nos acerque el vehículo a un taller.
Difícilmente una batería puede fallarte en medio de la conducción, pero ten en cuenta que su mal funcionamiento sí que puede afectar a otros componentes eléctricos.
Una alternativa interesante es la de llevar pinzas de batería, que en ciertos casos pueden llegar a ofrecerte (con la ayuda de otro vehículo) la energía suficiente para arrancar y acudir al taller.
En cualquier caso, si supervisas periódicamente el estado de las baterías y las cambias con suficiente antelación, no tendrás ningún problema con ellas.
Problemas de dirección
Terminamos el repaso sobre qué tipo de averías suelen producir más accidentes de tráfico con una de las más peligrosas, la de la dirección.
Pese a lo que se cree de forma general, el volante no debe vibrar en ningún momento, el coche tampoco debería tener cierto desplazamiento a izquierda o derecha, ni debería bloquearse nunca.
Estas señales que se asocian muchas veces a un coche antiguo, en realidad nos indican que la dirección del vehículo se está deteriorando.
El problema es que si la dirección termina rompiéndose del todo, en algún momento de la conducción, el coche no va a responder a nuestras órdenes desde el volante y el riesgo de accidente será muy elevado.