¿Qué relación tiene la caja de cambios con la velocidad que desarrolla el vehículo?
Una de las claves a la hora de realizar una conducción óptima es aprovechar bien la caja de cambios y realizar la subida o bajada de marchas en el momento adecuado.
Para entender su funcionamiento y, sobre todo, aprovechar al máximo su rendimiento, también es importante conocer la relación de marchas en caja de cambios, su influencia en la potencia del motor y la velocidad máxima que podemos alcanzar con ello.
¿Qué es la relación de transmisión en una caja de cambios?
Comencemos con los conceptos básicos, para comprender mejor todos los componentes que entran en juego en un cambio de marchas:
- Caja de cambios: es el conjunto de componentes que forma parte del sistema de transmisión y que se encarga de hacer funcionar diferentes engranajes.
- Transmisión: es el conjunto de componentes (entre los que se encuentra la caja de cambios) encargado de transmitir potencia del motor a las ruedas.
Pese a que la transmisión se compone de caja de cambios, embrague, acoplamientos, eje de la hélice, ejes y diferencial, casi siempre que nos referimos a ella estamos hablando de la caja de cambios del coche.
La relación de transmisión en una caja de cambios es la que se produce en los engranajes de entrada y de salida conforme cambiamos de marcha.
Los engranajes de entrada reciben el impulso del motor y con ello provocan que los engranajes de salida giren. Al hacerlo, las ruedas toman impulso e inician su movimiento.
¿Cuántos cambios de velocidad puede tener una caja de cambios?
Es curioso que el primer coche de combustión interna presentado en el siglo XIX no tenía marchas. Arrancaba y rodaba, muy similar a una bicicleta con un solo plato y un piñón.
Como es lógico, esto limitaba mucho su velocidad máxima. Más adelante se incluyeron dos marchas, una para arrancar y la otra para conseguir algo más de velocidad.
En la actualidad, una caja de cambios tiene distintos engranajes, en función de las marchas disponibles. La mayoría de vehículos tiene entre 5 y 6 marchas, aunque depende mucho de cada modelo y de la potencia que tenga que gestionar.
Por otro lado, las marchas de un coche automático suelen ser superiores, de entre 6 y 7 o incluso en algunos casos de hasta 10.
¿Cuándo hay que meter las marchas del coche?
Es cierto que la primera marcha se sigue utilizando para arrancar y que su velocidad máxima no es muy alta. Es la más grande en cuanto a tamaño y la que ofrece la mayor salida de torque, pero la velocidad que permite aprovechar es mínima.
Sin embargo, no podemos limitar la relación de transmisión al hecho de que una marcha alta ofrece mayor velocidad. Hay otros factores a tener en cuenta. En la práctica, el cambio de marchas ayuda también a aprovechar mejor la relación entre potencia del vehículo y par motor, además de alcanzar una velocidad más alta.
En relación con todos estos factores, al hablar de un motor de gasolina cambiamos de marcha cuando las rpm (revoluciones por minuto) se sitúan entre 2.000 y 3.000. Pero si hablamos de un motor diésel, los cambios de marcha deben hacerse entre 1.500 rpm y 2.000 rpm.
Además, para saber qué marcha poner es importante distinguir los tipos existentes. Por un lado, tenemos las cortas, que son normalmente la primera, segunda y tercera de una caja de cambios. Sirven para el arranque y una circulación moderada a poca velocidad.
Por otro lado están las marchas largas, a partir de la cuarta en adelante. Sí, se utilizan para aumentar la velocidad máxima, pero también para ahorrar combustible y para conducir en condiciones estables. Si necesitas empuje, como para subir una pendiente, no te serán útiles y tendrás que bajar la marcha.