¿Qué es la compresión del motor y qué problemas puede ocasionar?
Una mala compresión del motor es una avería grave que debemos atender lo antes posible. Te contamos en qué consiste y cómo puedes identificarla.
La compresión del motor es la presión generada por un motor en los cilindros cuando está en marcha.
La cantidad de presión y la eficiencia en ese fenómeno condiciona el rendimiento y la potencia que puede alcanzar el motor.
Problemas en la compresión del motor
Los problemas en la compresión del motor normalmente se deben a una baja compresión. En consecuencia, el proceso no se produce correctamente y el motor no alcanza su pleno rendimiento.
Estos problemas pueden estar presentes por muchos factores, normalmente por avería en otras piezas que guardan relación con su funcionamiento.
Muchos problemas en la compresión del motor se originan en una bujía mal colocada o demasiado suelta, que provoca fugas.
También pueden provocarse si los anillos de los cilindros no garantizan un sellado perfecto. Un desgaste acusado de estos elementos podría causar esta baja compresión.
Un aceite de mala calidad también puede provocar problemas en la compresión. Y un filtro del aire que tenga alguna obstrucción es otro motivo clásico de estas averías.
En los casos más graves existe un problema de sincronización del motor. Esto provoca que las válvulas no funcionen de forma sincronizada, provocando escapes y que la compresión caiga.
Otros elementos que pueden afectar por avería es una culata dañada o un problema en el bloque motor.
Señales de que hay problemas en la compresión del motor
La principal señal de que el motor sufre problemas de compresión es la pérdida de potencia. En cuanto notemos menos energía en el coche, deberíamos llevarlo al taller.
No obstante, hay otras muchas señales que nos pueden ayudar a identificar un fallo en la compresión del motor.
Si durante la conducción aparece humo de forma constante por el tubo de escape, es obvio que hay un problema relacionado con la combustión.
La pérdida de compresión del motor también fuerza un mayor consumo de combustible. El motor requiere más energía para alcanzar un rendimiento óptimo y provoca mayor gasto.
Además de gastar más combustible también se generan más emisiones contaminantes, por lo que además provocaremos más daño en el medio ambiente.
Es común también en estos casos que notes problemas a la hora de arrancar o que incluso el motor se apague de forma imprevista.
Con una baja compresión del motor, también es corriente notar un ralentí inestable, ya que el proceso no se realiza correctamente.
A todo ello también hay que sumar un consumo mayor de agua y refrigerante, aunque sobre estos dos componentes es más difícil fijarse en que se está produciendo un fallo.
¿Qué hacer ante un fallo en la compresión del motor?
Una mala compresión del motor debe solucionarse cuanto antes. Un taller especializado podrá analizar el problema y medir el nivel de presión que realiza el motor.
Cuando identifique que los niveles de presión son incorrectos y no llegan a los valores de medición adecuados, será necesario encontrar el origen de la causa del problema.
Si se actúa a tiempo, se podrá solucionar el problema sin que afecte a otros elementos del vehículo, reduciendo con ello los posibles gastos de reparación.