¿Cuáles son los errores más comunes al conducir?
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La Dirección General de Tráfico (DGT) lleva años advirtiendo de que las distracciones al volante constituyen la primera y más importante de las causas de accidentes de tráfico en España.
Este concepto, no obstante, es muy amplio y puede abarcar muchas acciones. El uso del móvil mientras se conduce es el más grave y el más presente en los accidentes registrados. Aun así hay muchas otras causas.
Durante la conducción del vehículo, nuestra atención a la carretera debe ser total y constante.
Ahora bien, además de conocer las causas de distracción, también ayuda saber cuáles son los errores comunes al conducir, que aumentan la probabilidad de sufrir un accidente. Conociéndolos, será más fácil esforzarse para evitarlos.
¿Cuáles son los errores más comunes al conducir?
El exceso de confianza al volante nos hace cometer muchas veces errores, que podríamos evitar si mantenemos una conducción prudente y totalmente concentrada en la carretera.
Algunos de estos errores comunes al conducir los detallamos a continuación:
No respetar la distancia de seguridad
Es una regla básica si queremos evitar un accidente, porque la distancia de seguridad es imprescindible para reducir el riesgo de golpear al vehículo de delante.
La conducción moderada y una capacidad óptima espacial, permiten ubicar el vehículo en la carretera a suficiente distancia del resto de coches, salvo en situaciones de congestión de tráfico, atascos y similares.
No respetar la velocidad máxima establecida
Ese exceso de confianza que comentábamos es el causante de conducir muchas veces a una velocidad superior a la establecida.
Circular a una velocidad excesiva reduce el agarre del vehículo, nos pone en un alto riesgo ante cualquier curva y aumenta la peligrosidad con respecto a otros conductores, que tendrán más dificultades para reaccionar con respecto a nosotros, por ejemplo si tienen que cambiar de carril, si están haciendo un adelantamiento, etc.
Conducir con la reserva del depósito al mínimo
La reserva del depósito solo debe aprovecharse como medida de urgencia ante la falta de combustible. Si la aprovechamos de manera habitual, aumentará el riesgo de sufrir una avería en el motor o en el sistema de inyección.
Pero además, conducir apurando el depósito provoca estrés en el conductor, que quiere llegar cuanto antes a una estación de servicio e incentiva la conducción imprudente. Una poca previsión puede evitar estas situaciones.
Sufrir mala visibilidad por falta de limpieza
La limpieza del vehículo no responde a una mera cuestión estética. Sobre todo los retrovisores, los faros y las lunas es importante mantenerlos en perfecto estado, tanto para tener la mejor visibilidad posible como para que el resto de vehículos nos identifiquen en situaciones de poca iluminación.
Circular por el carril central siempre
Otro error frecuente en la conducción es circular siempre por el carril central, salvo que esté justificado por las condiciones del tráfico.
Mucha gente lo hace porque así tiene mayor maniobrabilidad a la hora de coger una salida o adelantar a otros vehículos. Pero en la práctica es contraproducente.
Provoca una congestión en el carril izquierdo, que motiva a otros conductores a adelantar por la derecha. Transmite además inseguridad para los coches de detrás, pues no saben si vas a adelantar en cualquier momento, hacer cambios de carril o si te mantendrás en el centro.
Recuerda que el carril de la derecha es el óptimo para conducir y que el resto deben aprovecharse de forma exclusiva para adelantar a otros vehículos.
¿Cuáles son los errores que causan casi todos los siniestros?
Además de estas situaciones, que por descontado aumentan el riesgo de sufrir un accidente, también hay errores que provocamos con mayor frecuencia y que son los más responsables de la mayoría de siniestros, si eliminamos de la ecuación las distracciones:
Conducir de forma imprudente
De nuevo el exceso de confianza puede jugarnos una mala pasada. Conducir de forma imprudente (con excesiva velocidad, acelerones bruscos, frenazos) es un catalizador natural de nuestro riesgo a sufrir un accidente en cualquier momento.
No respetar pasos de peatones
La mayoría de atropellos en zonas urbanas están provocados por saltarse el paso de peatones. Ante ellos, siempre es importante mantener la máxima precaución posible.
No aplicar medidas de prevención
Muchos accidentes no son de nuestra responsabilidad. Pero eso no impide que podamos evitarlos, si mantenemos una atención constante a la carretera.
Uno de nuestros objetivos como conductores es identificar factores de riesgo y anticiparse a ellos. Por ejemplo, si vemos en el horizonte que varios coches están frenando ante lo que puede ser una congestión.
Si mantenemos nuestra velocidad podemos sufrir un efecto acordeón y tener un accidente tanto frontal como trasero. Reducir la marcha ayudará tanto a evitar estos siniestros, como a advertir al resto de conductores.
Este es solo un ejemplo de las muchas situaciones que podemos anticipar y prevenir, si simplemente nos concentramos al 100% en nuestra conducción.