Cómo evitar el efecto fading en los frenos
El sistema de frenos es uno de los más importantes en la seguridad de la conducción. Su precisión nos permite detener el vehículo o ralentizarlo en un tiempo de frenada óptimo para evitar accidentes.
Ahora bien, este sistema puede sufrir distintos efectos con el tiempo. Uno de los más preocupantes es el efecto fading, con el que nuestro riesgo en la carretera aumenta considerablemente.
¿Qué es el efecto fading?
La palabra «fading» significa en inglés en su traducción literal «desvanecimiento«. Aplicado a los frenos significa que «se fatigan» o, de una forma más práctica, que pierden eficacia al ser accionados.
El efecto fading en los frenos se produce casi siempre por un uso excesivo durante mucho tiempo. Esta situación provoca un sobrecalentamiento que puede afectar a distintos elementos del sistema.
Si afecta al líquido de frenos, aparecen burbujas de vapor en el sistema, lo que provoca que el pedal del freno baje y se pierda frenada.
Las pastillas de freno también se pueden ver afectadas por este sobrecalentamiento. Si es el caso, pueden cristalizarse y hacer que el pedal del freno se endurezca o incluso puede afectar a las zapatas.
En ambos casos el efecto fading va a hacer más difícil que podamos frenar a tiempo y de una forma efectiva, por lo que es un factor muy importante en lo que se refiere a nuestra seguridad al volante.
¿Cómo evitar el efecto fading?
Para cualquier problema que surja en el coche, la prevención es la mejor estrategia. Es decir que con una revisión periódica del sistema de frenos podremos evitar en mayor medida que suceda algún problema como el que nos ocupa.
Pero también es importante conocer las causas del efecto fading, para intentar evitar una conducción que pueda propiciar su desarrollo.
La «fatiga» de los frenos se produce cuando circulamos en carreteras con muchas curvas, cuando llevamos demasiada carga o si estamos en una pendiente pronunciada y no aprovechamos el freno motor.
Una conducción en situaciones de este tipo y durante demasiado tiempo provocará el temido sobrecalentamiento del sistema de frenos y puede causar cualquiera de los fenómenos descritos.
Sin embargo, este riesgo es mayor conforme el sistema de frenos se desgasta más, por eso el efecto fading también se asocia a un incorrecto o ineficiente mantenimiento.
Por tanto, es muy importante cambiar el líquido de frenos cuando lo aconseja el fabricante, porque así se garantiza contar con todas las propiedades y reduce el riesgo de sobrecalentamiento.
La revisión periódica de todo el sistema, sobre todo de pastillas y discos, evita también que se produzca este efecto en cualquier momento.
Y también hay que prestar atención a la conducción. El uso del freno motor siempre que es posible reduce la carga del uso corriente de los frenos, por lo que podemos aumentar con ello su durabilidad.
Por descontado, si notas el efecto fading con frecuencia, acude a un taller oficial y solicita una revisión de todo el sistema, ya que es posible que tengas que cambiar los frenos o sustituir cualquier pieza que sea necesaria para tu seguridad al volante.