¿Cómo conducir con viento?

Las condiciones atmosféricas son un factor más de los muchos que debemos tener en cuenta a la hora de conducir. Entre ellas, el viento puede cobrar suficiente fuerza como para representar un riesgo importante.
Para conducir con viento de forma segura hay que mantener la máxima prudencia posible y conocer cómo puede afectar a tu conducción, dependiendo de la velocidad que alcanza o desde dónde viene.
¿Cómo afecta el viento a la conducción?
Al conducir con viento podemos encontrarnos con varios tipos, cada uno de ellos con efectos diferentes:
- El viento frontal, por ejemplo, va a “frenar” nuestro avance y reducir la velocidad del coche, lo que también hará que aumente su consumo.
- El viento posterior, en cambio, nos empujará y hará que el coche parezca más ligero. Esto también hará más difícil mantenerse en el carril.
- El viento lateral crea un empuje desde uno de los lados, con el riesgo de que nos pueda sacar del carril o incluso de la carretera. Es el más peligroso a la hora de hacer adelantamientos.
- Por último, podemos enfrentarnos a vientos racheados, que ejercen cambios de fuerza de forma constante.
¿Qué velocidad de viento es peligrosa para conducir?
Cuando el viento alcanza una velocidad de entre 62 a 74 km/h es capaz de mover de forma leve un vehículo.
Ahora bien, si supera esta velocidad, será capaz incluso de arrastrarlo. Un temporal huracanado, por ejemplo, presenta rachas de viento por encima de los 118 km/h. En estos casos podría llegar a volcar y desplazar coches, tanto si están en movimiento como estacionados.
Consejos para conducir con viento en contra
A continuación te ofrecemos algunos consejos para conducir con viento que puedes poner en práctica, si notas que alcanza una velocidad peligrosa mientras estás circulando.
No obstante, antes de plantearte cómo conducir con viento con mayor seguridad, el mejor consejo de todos es que si notas que las condiciones atmosféricas no son apropiadas, lo ideal es no coger el coche hasta que el tiempo mejore.
Si es inevitable conducir, extrema las precauciones. Esto implica sobre todo mantener la distancia de seguridad con los otros vehículos, tanto por delante como por detrás, ya que tanto el viento frontal como el posterior pueden motivar un accidente.
También ten en cuenta el viento lateral si conduces por carreteras con varios carriles. Si coge demasiada fuerza puede desplazar el vehículo, con el riesgo que conlleva. Reduce la velocidad hasta poder mantener una conducción prudente y coge fuerte el volante, ya que el coche puede presentar más resistencia tanto para mantenerse recto como para cualquier desplazamiento que quieras realizar.
A la hora de conducir con viento un elemento clave son los neumáticos. Por ese motivo es importante asegurarse de que están en perfecto estado, para poder aprovechar sus mejores condiciones de agarre en todo momento.
Por último, ten en cuenta que el viento no solo puede afectar a los vehículos, también puede arrastrar otros objetos. Por tanto, identifica cualquier elemento que esté siendo arrastrado por el viento o que haya podido acabar en medio de la carretera y que pueda representar un peligro.